martes, 19 de febrero de 2013

Campaña de educación sobre Sonido #1



Iniciando esta campaña, queremos compartir con ustedes definiciones y conceptos básicos indispensables sobre sonido, a fin de poder comprender más a fondo este mundo y también asimilar con más fluidez todo lo que más adelante compartiremos en los artículos de esta campaña.
Hablemos de lo más básico de lo básico:

 QUE ES EL SONIDO?

Personalmente puedo dar una definición rápida y simple…..”Sonido es todo lo percibido por el oído y procesado por el cerebro”…….; ahora si nos adentramos más y estudiamos un poquito más profundo el tema, nos damos cuenta de que no es tan simple, analizando mi definición, quiere decir que si no escuchamos no hay sonido?, Para los seres humanos no hay sonido, pero siempre hay algo sonando en el mundo y el universo, cualquier cosa que vibre o promueva una vibración (oscilación) de algo, está produciendo frecuencias (un poquito màs adelante hablaremos de ellas), las cuales pueden ser audibles o no. 

El oído humando (cuidado, sano y joven) puede escuchar frecuencias desde los 20 hertz hasta los 20.000 hertz , imagínense la cantidad de frecuencias que están por debajo y por encima que nosotros no escuchamos, pero están presentes; los animales escuchan lo que nosotros no podemos escuchar; ahora, si nos pasamos todo el día con los auriculares al máximo, es evidente que no escucharemos más nada. De esta manera nos obligamos a separar al sonido en el Sonido para la Física y el Sonido para el ser humano.

Buscando en internet encontraremos varios escritos sobre la definición de sonido para la Física:

-        Wikipedia: El sonido, en física, es cualquier fenómeno que involucre la propagación en forma de ondas elásticas (sean audibles o no), generalmente a través de un fluido (u otro medio elástico) que esté generando el movimiento vibratorio de un cuerpo.  http://es.wikipedia.org/wiki/Sonido .
-        Definición. Para la física, el sonido implica un fenómeno vinculado a la difusión de una onda de características elásticas que produce una vibración en un cuerpo, aun cuando estas ondas no se escuchen. http://definicion.de/sonido/ .

Simplificando un poco, podemos decir que Sonido según la Física es la vibración  trasmitida a través de un medio elástico, ya sea sólido, liquido o gaseoso, dicha vibración fue producida por algún tipo de fenómeno.
Ahora desde el punto auditivo humano, encontramos lo siguiente:

-        Fotonostra: El sonido no existe en el mundo que nos rodea. Lo único que existe son las vibraciones de un medio elástico que, generalmente, es el aire.
El sonido es, en realidad, el producto final subjetivo de esa vibración cuando incide en el oído. Éste se produce cuando interactúan un objeto vibrante, un medio transmisor, el oído y el cerebro. http://www.fotonostra.com/digital/oido.htm
-        Wikipedia: El sonido humanamente audible consiste en ondas sonoras que producen oscilaciones de la presión del aire, que son convertidas en ondas mecánicas en el oído humano y percibidas por el cerebro.  http://es.wikipedia.org/wiki/Sonido

En otras palabras el sonido para el ser humano es la percepción de las ondas sonoras (que se propagan en un medio) a través del oído y  decodificados por el cerebro como SONIDO.

Existen debates sobre si Sonido solo debe ser llamado desde el punto de vista del ser humano, ya que las frecuencias o vibraciones no captadas por el mismo, solo se quedan en lo que son  “frecuencias, oscilaciones, ondas, vibraciones”; personalmente tengo la postura de que siempre existe el sonido, todo suena, todo humano, animal o cosa, todo material, sea cual sea su presentación tiene su sonido, su propio sonido, el universo está lleno de sonidos,  ya sean audibles o no. No existe el silencio absoluto, siempre algo esta sonando; si nos encerramos en una sala anecoica (sala acústicamente insonora), aparentemente no escucharemos nada, pero si nos concentramos, nos escucharemos a nosotros mismos, escucharemos el funcionamiento de nuestro cuerpo, latidos, respiración, etc., lo mismo conseguiremos al taparnos los oídos en un lugar silencioso; entonces no podemos decir que existe el verdadero silencio, hasta existe lo que llamamos en sonido para cine, EL SONIDO DEL SILENCIO.

También quiero hablarles de la diferencia entre “NO ESCUCHO” o “NO ATIENDO PARA ESCUCHAR”; el cerebro tiene la capacidad de clasificar los sonidos, diferenciarlos según lo que personalmente catalogamos entre lo importante y que no, entre sonido y ruido, o sea, somos capaces de establecer una conversación sin inconvenientes en un lugar muy ruidoso, como en la calle en plena hora pico, discotecas, construcciones o cualquier otro lugar ruidoso, todo esto por que el cerebro diferencia entre lo que necesitamos escuchar, para entender lo que estamos hablando con los demás (solo la voz) y que no, en este caso el cerebro pasa todos los demás sonidos a un segundo y tercer plano, ubicando a la voz del interlocutor en primer plano (cosa que no ocurre con el micrófono, de esto hablaremos en otros artículos).

De aquí surge el mito de que los Sonidistas escuchamos mejor, utilizando el “ESCUCHAMOS MEJOR” como que tenemos el sentido auditivo más desarrollado que otros seres humanos, NO, MENTIRA!!, lo que nosotros tenemos es educación y atención auditiva, estamos atentos a lo que escuchamos, nos auto educamos a diferenciar unos sonidos de otros, de donde provienen, etc., entonces si dos personas tienen oídos sanos, es imposible que una escuche algo y el otro no, solo es que una está más atenta a los sonidos que otra.

En resumen, el sonido puede ser audible o no, pero siempre está, todo vibra, todo suena.

"El sonido es perfección a partir de la perfección, es el universo vibrando y hablándonos constantemente. Es la vida en el aire, es la gravedad inmune, es poder sentir toda la galaxia en un instante" 

Párrafo tomado de  http://www.hispasonic.com/blogs/experiencia-sonora-describiendo-indefinible/37198

Para concluir siempre les dejo estas palabras:

“El único limite que tenemos en nuestras vidas, somos nosotros mismos”……. 

“Hacer es lo que hay que hacer”…..






La experiencia sonora, describiendo lo indefinible


Se habla a menudo de experiencia sonora, pero ¿entendemos lo que es en realidad dicho planteamiento? Aunque es imposible definir como tal la experiencia, ya que depende de cada uno de nosotros, podemos igual analizarla para nutrir nuestra conciencia sonora y evolucionar nuestro sonido interior.

La experiencia sonora es muchas veces definida como la experiencia de escuchar, de sentir profundamente los sonidos, de volar tan libre como la música es. Y aunque eso es muy cierto, en realidad la experiencia sonora es toda nuestra experiencia en el universo, todo sentido, toda existencia, enfocada desde nuestros oídos en momentos específicos. La experiencia sonora parte de una fusión básica presentada mediante el universo cuántico: el exterior es lo mismo que el interior, ya que en el fondo todo es átomos en un infinito vacío y tan solo somos puntos conscientes y sensibles, capaces de recibir y expulsar información, que termina siendo la misma adentro que afuera. Por eso no solo interesa el externo generador de los estímulos, sino también el interno, quien los percibe. Ambos son los dueños de la experiencia porque surge de esa fusión de conciencias individuales que no son otra cosa que frutos de la misma conciencia universal. La música ya está creada dentro de esa infinidad, los humanos tan solo la aprendemos a recibir. Ya nacemos fusionados pero con filtros individuales de información. Al crear-escuchar sonido, tan solo estamos haciendo consciente lo que ya existía, tan solo estamos sirviendo a la evolución.

El universo es entendido como una infinita red de puntos conectados todos entre sí. En el fondo de nuestra existencia, fuera de nuestra percepción, todo es lo mismo: partículas, puntos, información mediante vibraciones. Las partículas yacen en todo lugar, todo punto, toda posibilidad. Se vuelven ondas porque las percibimos, toman forma porque las sentimos. La realidad se crea gracias a que existen seres conscientes de la misma, ya que la materia no es otra cosa que una transformación de energía percibida en estados gracias a las características de los seres humanos, nuestra percepción. Y por supuesto, es lo mismo que ocurre con los sonidos, ya que la materia sonora es también impredecible, es libre y toma forma desde nuestros sentidos, aquellos que llenan el vacío, que pintan vida sobre el lienzo negro del sonido, que a su vez es totalmente blanco, es de total luz, porque abarca absolutamente todo lo que podamos escuchar en nuestra vida.

La existencia parte y termina en el vacío como el sonido del silencio. Es el regalo del cosmos y la naturaleza a los humanos, la posibilidad de generar y recibir información sonora infinita, tan pura como caminar, tan armónica como respirar. El sonido es perfección a partir de la perfección, es el universo vibrando y hablándonos constantemente. Es la vida en el aire, es la gravedad inmune, es poder sentir toda la galaxia en un instante. Por eso desarrollar una conciencia sonora se vuelve tan trascendental para nuestro ser, porque nos damos cuenta que al liberar el ego, transformar nuestros pensamientos y aferrarnos a nuestra fuerza creadora, nuestra luz, el sonido se convierte en más que un estimulante. Se vuelve un canal de infinita energía, de infinito sentir, como un código sagrado depositado en cada conciencia para que los humanos evolucionemos en armonía. La música como el gran acompañante de la existencia, fruto de escuchar las vibraciones que se generan como consecuencia de la vida.

El sonido es como una semilla. Al escucharlo, crece un árbol, que podríamos llamar el ser de la música, del silencio. Es nuestra conciencia la dueña de las características de ese árbol, de su vida, su forma, sus ramas, su trascendencia, extension, frutos, flores… Todo parte de esa semilla y nuestra mente misma es la creadora del árbol, la dueña del crecimiento, la responsable de la percepción del movimiento, de la transformación constante de la energía que parte de esas vibraciones. Cada sonido porta una cantidad de información incalculable, tan dependiente de la existencia del generador como de la existencia de la consciencia que percibe cada evento sonoro. Por eso el futuro de la música y la experiencia sonora, va estrictamente enlazado a nuestra existencia misma y nuestra mente, porque toda nuestra vida puede ser vista como un único sonido, y la resonancia de este tan solo dependerá de cada ser. Es cuestión de liberarnos a escuchar, para así colectivamente expandir el sonido a las fronteras más profundas de la existencia humana.

Siguiendo con la mecánica cuántica, podemos entrar a analizar un trascendental planteamiento donde ante todo se reconoce que el observador afecta lo observado con tan solo medirlo/percibirlo, por tanto es imposible saber con exactitud lo que ocurre en el espacio-tiempo, ya que el infinito posible yace en el nivel atómico en nuestra existencia. En otras palabras, lo que creemos es lo que creamos. Lo que pensamos y las intenciones que tengamos, serán los responsables de la realidad misma que podamos percibir, que viene a ser lo mismo que crear. Es algo así como hablar del principio de incertidumbre que planteaba en 1927 Werner Heisenberg, pero aplicado a la música, ya que con las partículas sonoras pasa lo mismo que con las partículas subatómicas: nunca sabemos que ocurrirá, desconocemos su trayectoria y movimiento específico. Tan solo somos capaces de percibir su existencia en ondas, cuando ya somos conscientes. Por eso, si escuchamos con oídos despiertos, expandiremos increíblemente nuestra vida, la conciencia misma. Encontraremos cada vez más frutos del sonido sagrado, de esa música ancestral que nació con la naturaleza. Expandiremos insaciablemente el árbol de nuestro sonido interior, donde cada vibración es una señal viva, un nuevo estímulo, un nuevo punto vibratorio en la infinita red, y con un alcance tan inmenso como nosotros deseemos. Podemos quedarnos en los juicios y clasificaciones, podemos quedarnos en visiones tradicionales, académicas, cerradas, dogmáticas. Pero… ¿para que hacerlo si tenemos a nuestra disposición total libertad? ¿Por qué quedarnos en lo mismo y no avanzar a nuevos niveles de conciencia sonora? ¿Por qué cuando es tan simple como explorar nuestro silencio? La única regla es no hacer nada, dejar que el sonido haga todo.

Al entregarnos a esa escucha neutral y profunda, encontramos una gran fuente de inspiración, tanto para quienes crean sonido como para quienes escuchan el sonido, ambos provenientes de la misma fuente consciente, ambos creadores, ambos sensibles. Antes de diseñar el sonido de una película y crear una nueva realidad sonora, está el silencio, la no existencia de dichos ruidos en nuestra percepción, pero sí su existencia como posibilidad. Antes de crear una canción, de componer, antes de tan siquiera sentir el impulso de crear, hay silencio en nosotros, pero la pieza ya está creada, ya está volando en el infinito, esperando ser atrapada por nuestra conciencia. La experiencia de escuchar profundamente el sonido puede verse como el rol de un diseñador sonoro, quien parte del silencio y empieza a crear un espacio y formas dentro de este, capaces de estimular al oyente infinitamente. Los sonidos de la película son pensados desde un contexto emocional, para generar algo específico en la audiencia, para contarles algo, relatar, definir, y a la vez abrir espacio a cada mente y cuerpo, para que sean los dueños de la experiencia, de esa nueva realidad planteada en la obra. Al tan solo empezar a pensar en ella, se generan una gran cantidad de impulsos, de intenciones. Desde ahí existe esa posibilidad, desde ahí se comienza a recorrer el camino. Si esas intenciones son precisas, honestas, inspiradas, seguro que el resultado será de total agrado, porque el proceso creativo es cuestión de coherencia entre la intuición y el pensamiento, entre lo que sentimos y lo que pensamos, entre el ataque y la resonancia. Los resultados son eso, resultados, consecuencias. Más interesante aún es la intención, ya que es de donde nace la experiencia una y otra vez. Por eso a fin de cuentas la esperanza, el futuro o las metas se vuelven imaginaciones en presente que dan forma al camino, pero no hacen parte del fin, porque la experiencia termina es en el oyente. El creador del estimulo nunca dará fin a nada. Lo que determina el flujo de las creaciones es el nacimiento, la intención. El resto es solo cuestión de dejarse intuir, dejarse inspirar, sentir. Encontrar el sonido interior. Los sonidos que ya existen o son creados en el mundo, intencionales o no, están plagados de emociones, no solo porque el “diseñador” del universo lo haya planteado sino porque al escuchar todo sonido existente, igual sentimos cosas, imaginamos, pensamos, controlamos o no, pero siempre sentimos. Si escuchamos un ruido, ya lo hemos creado, y cuando pensemos en este, ya se habrá ido, porque nunca un sonido se repite, nunca un sonido existe dos veces. 

El sonido es tan efímero como el movimiento, tan mágico como la fluidez misma de la vida.
La experiencia de escuchar desde un universo cuántico donde todo está conectado con todo, es en todo el sentido de la palabra, una labor creadora, no solo de quien genera los impulsos sonoros sino de quien los escucha, ya que son los oídos y la mente los únicos capaces de imponer limites a lo escuchado, son los únicos responsables de la trascendencia y el alcance de la experiencia misma. Por eso es importante que cada humano se cuestione, se enseñe, se escuche, desaprenda y aprenda, se reprograme constantemente. Que encontremos el sonido desde el silencio, desde la quietud. Desde la neutralidad de nuestros pensamientos, la honestidad de la intuición. Aprender a escuchar es aprender a sentirse, a callarse, a detenerse. El sonido hará el resto. No hay que pensar lo que significa, no hay que pensar lo que nos traduce en imagenes o sensaciones, eso simplemente surgirá si así lo desea la madre sonora. Tan solo basta con silenciarnos interiormente y dejar que la magia misma del sonido nos cobije y nos haga cada vez seres de mayor experiencia musical. Es cuestión de no juzgar lo que suena, de no clasificar lo que suena, de no mirar lo que suena, de no pensar en los causantes de lo que suena. Solo dejar que suene, porque es por ahí donde la trascendencia del sonido se vuelve música en nuestro ser, una experiencia fuera de lo físico, fuera de la tercera dimensión, pero igualmente dependiente de esta ya que es en el plano material donde está la puerta a ese sonido infinito: los oídos. La mente necesita del cuerpo, como la música necesita de los oídos y el sonido. Pero el alcance de estos, es tan infinito como el alcance de la mente, sujeto a nosotros, esclavo de nuestra percepción.

La experiencia de detenerse escuchar profundamente, con una conciencia “limpia”, es la experiencia de sentir verdaderamente nuestra existencia. Al escuchar seguimos sintiendo, pensando y haciendo una gran cantidad de cosas. Seguimos oliendo el entorno, tocando algo, “viendo” con ojos abiertos o cerrados, etc. Seguimos existiendo, sintiendo, abiertos a la vida, al movimiento. Aunque nuestra conciencia se enfoque principalmente en los sonidos, todo igual sigue entrando a nosotros, seguimos abiertos a estímulos por todos los canales sensoriales. Nuestro inconsciente sigue ahí, nuestro afán de pensamientos sigue ahí, pero el silencio los puede absorber, dominarlos para liberarlos, abriendo así las puertas para sentir el sonido, para darle nuevos limites a la experiencia, la cual no se vuelve ajena al resto de estímulos y emociones que llegan por otros frentes. No es ajena a lo que nos aflija en el momento, a lo que deseemos, a la memoria, no es aparte de la mente. Es una cuestión de total disposición, dependiente de nuestra fuerza de voluntad, de lograr concentración automática, intuición hecha sonidos.

Es fundamental tener claro que la experiencia como tal de escuchar, se obtiene tan solo con la existencia de nuestro canal auditivo. Es decir, si nacemos escuchando, nuestra experiencia en el mundo es experiencia musical, sonora, sentida desde los oídos. Lo interesante es que al escuchar una pieza, un paisaje, un objeto, una canción, los únicos dueños del alcance de esas vibraciones son los oyentes. El artista se vuelve tan solo un guía, un generador a quien no le es posible definir la magnitud de sus creaciones, porque la posición consciente del oyente será la que determinará el límite de lo escuchado. Por eso como ya os he dicho varias veces: detened vuestros mundos y mentes, y tan solo abrid vuestros oídos a la escucha profunda. Despertad vuestro ser, vuestros oídos. Tan simple como navegar en tu silencio, para encontrar el sonido. Tan simple como entregarse a la nada, a la inmovilidad. No somos dueños de la experiencia, somos tan solo unos partícipes de esta. De lo único que somos dueños es de nuestros sentidos y nuestra memoria, de esos canales de información, esos lugares de registro. Por eso es importante desarrollar una conciencia abierta, limpia, porque es esta la que determinará lo que podamos obtener por dichos puentes de energía, datos, sensaciones, como queráis llamar a lo que percibís y almacenas constantemente en vuestras cabezas.

Y claro está: no es que sea necesario estar en constante inmovilidad para encontrar el sonido del silencio. La escucha atenta no es un acto, es un estado de conciencia. El silencio nunca se va, por eso basta con recordarlo para sentirlo y así conservar nuestra posición neutral en todo momento, y todo lo demás será fruto del ritmo de la naturaleza y nuestra sensibilidad ante esta. Porque aunque hayan pensamientos en algún momento, aunque estemos atentos a otros estímulos, igual le estaríamos dejando un gran espacio al sonido, estaríamos constantemente abriendo las puertas a la música del universo, estaríamos expandiendo nuestra experiencia sonora cantidades. Claro está, detenerse, implica aún más información porque es por un momento enfocarnos en ese silencio interior únicamente y recibir total sonido desde alló. Como relatos de nuestro infinito movimiento.

Recuerda que el universo surgió de una gran explosión que aún no ha terminado, que aún está expandiéndose.

 El sonido podría considerarse tan solo un fruto de eso y el reto está en cada uno de nosotros, para lograr extenderlo desde ahí, volvernos partes conscientes de su expansión, más partícipes de lo que por existir ya somos.

¡Abrazos y salud para vuestros oídos!

Artículo publicado en el perfil de Misazam de hispasonic : http://www.hispasonic.com


lunes, 18 de febrero de 2013

"Campaña de educación sobre Sonido"



Vamos avanzando día a día ignorando un montón de cosas, cosas de las cuales pueden ser algunas veces hasta indispensables para el éxito de nuestras vidas o a veces solo para prevenir un ligero resfriado, cosas que ignoramos por falta de información e interés, ya sea por falta de tiempo, porque estamos tan sumergidos en nuestros temas que no damos lugar a otros, etc.; esta ignorancia de temas varios, es usada en contra nuestra sin darnos cuenta, más presente lo vemos en el área comercial, "justo donde más duele" (sin dejar de lado a la salud, que es ahí donde realmente nos dolerá), prestadores de servicio, vendedores, ejecutivos, profesionales, etc., usan términos, nomenclaturas y una jerga muy técnica sobre su tema para confundirnos e impresionarnos, solo con el fin de vendernos o que paguemos.


POST AUDIO quiere aportar un granito de arena para paliar este tema, en lo que a nuestro rubro se refiere; queremos que sepan un poquito más del mundo del sonido, a fin de tener los conceptos mínimos para que puedan entender y comprender de lo que se les habla o defender su salud auditiva cuando así lo requieran.


A partir de hoy en la página de POST AUDIO empezaremos una "CAMPAÑA DE EDUCACIÓN SOBRE SONIDO", abarcando conceptos básicos y las distintas especializaciones dentro del mismo, teniendo como ejemplo: Sonido para la imagen, sonido para radio, sonido en amplificaciones, sonido en estudio, sonido en la casa, acústica, sonido en automóviles, etc.. De esta manera cuando vayamos a comprar un equipo de sonido y la vendedora nos diga:


“Fíjese en este equipo: sonido digital, sintonizadores de tres bandas de frecuencia, entrada USB 3.0, bandeja de cd inyectable, lee audio, mp3, wav, sonido expandido de aplicación  2.1, sonido estéreo LR, ecualizador digital de 12 bandas y de 15 memorias, botón ultra bass, reloj digital inteligente, 4 potentes parlantes de medios / agudos y un súper woofer de 8 pulgadas; lo más importante Señor/a ud puede ser dj en su casa con un potente sistema de mezcla automática digital de hasta 15 seg. con random / repeat, haciéndole bailar a toda su gente con 25.000 watts de súper potencia!!! –”

Al final, ¿cuánto entendió sobre lo que le dijo la vendedora?

La idea es captar por lo menos algo de lo que nos hablan y no entrar en el juego de confusión e impresión con términos técnicos.

En lo que a la salud auditiva respecta, nos exponemos a niveles de volumen de sonido impresionantes y por periodos de tiempo extensos; vamos camino a la sordera segura, todo por ignorar sobre el tema. 



Demás esta dar ejemplos sobre esto, pero por dar algunos:

Equipos de sonido con potencia para una discoteca en nuestros automóviles, bailar frente a los parlantes en las fiestas, ir a un concierto y ubicarse en la línea de los parlantes y lo más cerca posible para "sentir la música", ir a un pub y que nos sea normal levantar la voz, (casi a los gritos para poder hablar, porque el dueño del lugar ubicó un parlante a menos de 1 metro de la mesa, a la altura del oído y a todo volumen), por último, lo más común, los audífonos y auriculares con el volumen casi a la saturación de los mismos. Estos son unos de varios ejemplos que podemos dar, del por qué tenemos que tener la noción mínima sobre el tema.



Si sos trabajador del audio visual, es tu obligación manejar todo lo que se refiera al sonido para la imagen y sus procesos.
Esperamos sepan aprovecharlo.

Nuestro único límite en la vida, somos nosotros mismos!!!

Hacer es lo que hay que hacer!!!